Cada tipo de papel está caracterizado por un gramaje, una producción y un acabado que determinan la transparencia, el aspecto visual, el peso, el grosor, el grado de opacidad, el efecto al tacto y la duración del mismo.
Offset
Utilizado en impresiones de gran volumen como libros, folletos blocs de notas o calendarios. Es poroso, mate y con buena absorción de tinta.
Couché (estucado)
Tiene una superficie lisa y tratada, disponible en acabado brillo, mate o semimate. Permite colores más vivos y una alta calidad de impresión.
Reciclado
Un tipo de papel que cada vez se usa más es el papel reciclado que se obtiene de los descartes de papel viejo de fábricas de papel y tipografías, aprovechando del 50 al 100 % de las fibras recuperadas. Para poder reutilizarlo, el papel reciclado se somete a un particular proceso químico que elimina la tinta de las fibras.
Kraft. De tono marrón, muy resistente y con un acabado rústico. Ideal para transmitir naturalidad y sostenibilidad.
Verjurado. Tiene una textura de líneas paralelas visibles. Su aspecto elegante lo hace ideal para proyectos sofisticados. Invitaciones, diplomas.
Papel adhesivo. Incluye una capa de adhesivo por la parte posterior. Puede ser de papel offset o estucado. Etiquetas, pegatinas, packaging.
Papel vegetal (translúcido). Es semitransparente y de tacto satinado. Suele usarse como elemento decorativo o de protección.
Papel metalizado o perlado. Tiene acabados brillantes o efectos nacarados. Aporta un toque elegante y llamativo. Packaging de lujo, tarjetas de felicitación.
Papel gofrado. Tiene relieves o texturas marcadas. Se utiliza para añadir valor táctil al diseño. Packaging, cubiertas de libros.
Cartulina. Más gruesa que el papel estándar, pero flexible. Disponible en múltiples colores y acabados. Ideal tarjetas, cubiertas, displays.
Papel de seda. Muy fino, translúcido y delicado. Aporta un toque de elegancia en el packaging, cajas de regalo, envoltorios, decoración.
El gramaje se define técnicamente como «el peso de una hoja de papel de un metro cuadrado de superficie», es decir, la relación entre el peso del papel y su superficie. Se mide en gramos por metro cuadrado (g/m2) o simplemente en gramos (g) y determina la diferencia, junto a otras características que veremos dentro de poco, de los distintos tipos de papel existentes en el mercado.
Según el gramaje, la hoja de papel tendrá una determinada consistencia al tacto y un cierto grado de transparencia, que será mayor en el caso de elegir un papel con un gramaje inferior.
Diferencia entre gramaje y grosor
Es importante distinguir entre el gramaje del papel y el grosor de la hoja. De hecho, si bien es cierto que a un gramaje más alto, a menudo, le corresponde un grosor mayor, también es cierto que este último puede variar dependiendo de diversos factores:
· El tipo de producción: al igual que el gramaje, el tipo de producción elegido por la fábrica de papel podrá conferirle al papel una densidad mayor y, por tanto, un grosor menor de la hoja; o una densidad más baja, produciendo una hoja de papel con un grosor
· La cantidad de fibra de papel presente: el papel es una estructura compacta de fibras obtenidas de árboles, ya sea mediante procesos químicos (celulosa) o con procesos mecánicos (pasta de madera). Una cantidad elevada de fibra de madera puede aumentar el grosor del papel.
· La adición de determinadas sustancias: algunas fábricas de papel añaden determinadas sustancias a la mezcla de papel y esto hace aumentar su grosor..
Por lo tanto, queda claro que dos hojas con el mismo gramaje puedan tener un grosor diferente, según el tipo de producción y de composición del papel.